Deja que tu cliente hable por ti, que describa sus emociones, que comparta sus experiencias. Si le das voz, tendrás su fidelidad para siempre. Un vídeo testimonial es el mejor de los influencers cuando hablamos de vender un producto. Haz la prueba y ¡conecta con su súper poder!
No hay nada más convincente que verte reflejado en la historia de los demás. Sentir que eres esa persona te hace empatizar con ella y querer seguir sus pasos, aplicar sus mismas soluciones… ¡y todo a ojos cerrados!
Ahí está el quid de la cuestión y ahí es donde debemos hacer uso de los grandes poderes del vídeo testimonial para conseguir que nuestro producto llegue a las manos de nuestro cliente potencial.
En este artículo te vamos a ayudar a crear ese “espejo mágico” que hace que, todo lo que se refleje en él, se haga realidad.
¿Qué es un vídeo testimonial?
No todo el mundo conoce esta herramienta tan poderosa dentro del mundo del marketing. No se trata de un vídeo cualquiera, sino de un formato audiovisual donde una persona narra su experiencia con un producto, con un tema o con una empresa y su mensaje es tan claro y convincente que acaba persuadiendo a los demás.
En los vídeos testimoniales, el prescriptor o protagonista es fundamental. Debe ser una persona que genere confianza y que sepa transmitir verdad en sus palabras. Tanto es así que el receptor del mensaje da tanta veracidad a su relato que aumenta su deseo de compra y, en algunos casos, hasta le permite tomar conciencia en una situación determinada.
Para muestra, las cifras que arrojan los estudios acerca de la efectividad de un vídeo testimonial:
- El 90% de los consumidores piensa en comprar un producto o servicio haciendo caso a los comentarios encontrados por internet.
- El 63% se siente incitado a la compra cuando un producto tiene evaluaciones de otros usuarios.
- El 64% adquiere un producto si antes lo ha visto en vídeo.
Consejos prácticos para hacer un vídeo testimonial.
Recomendamos además que el vídeo testimonial no supere el minuto de duración. De lo contrario, dejaría de ser un mensaje directo y corremos el riesgo de perder a nuestro consumidor.
Por supuesto, la elaboración del mensaje es fundamental. Tiene que ser un relato con el que pueda identificarse el público objetivo al que intentamos persuadir. Lo ideal son frases cortas, sencillas y claras y, a ser posible, con carga emocional. El testimonio tiene que dejar claro que el producto o servicio le ha ayudado a solucionar su problema.
Por último, siempre que sea posible, introduce también imágenes del prescriptor interactuando con el producto. Nunca viene mal mostrar de forma visual los beneficios que se pueden conseguir utilizando nuestro artículo.
Las ventajas son más que convincentes.
Cuando dicen que los vídeos testimoniales son “el boca a boca del marketing digital” por algo será. Y es que ¿hay algo mejor que sea más efectivo que el boca a boca? Estas son algunas de sus ventajas:
- Su mensaje otorga legitimidad. No habla la marca, sino sus clientes.
- El formato vídeo es el que más se consume y el que más se viraliza.
- Ofrece información directa sobre nuestro producto o servicio.
- Apela a lo emocional, además de a lo racional.
- Se puede adaptar a diferentes medios y canales.
- Humaniza la imagen de nuestra empresa.
- Incita a la compra.
Como ves, una opinión puede cambiarlo todo. Por eso, los vídeos testimoniales se han convertido en la nueva estrella del marketing digital.